Los problemas de foco y productividad tienen muchas consecuencias negativas: estrés, agotamiento, caos mental, frustración…en fin, supongo que has vivido en carne propia varias de ellas.

Pero hay una pérdida importante, que muchas veces las mujeres pasamos de largo: la pérdida de dinero.

En el 2017 hice una encuesta a emprendedoras y emprendedores y las sumas de lo que dejaban de ganar por su baja productividad iban desde $350.000 a $10.000.000 mensuales.

Algo que puede ser súper evidente, no lo es tanto a la hora de tomar acción o querer resolver nuestros problemas de productividad, ya que nos centramos más bien en las consecuencias de tipo emocional.

También sucede que, cuando se trata de evaluar nuestros ingresos, colocamos como razón principal la falta de clientes, la competencia, el mercado, la época del año, etc.

Nos cuesta asociar directamente que si logramos ser más productivas en las tareas que sabemos que tenemos que hacer, también tendremos mayor retorno económico.

Si me sigues hace un tiempo, sabes que mi objetivo es ayudarte a ser más productiva en todas las áreas de tu vida, y que el dinero no es el único criterio con el que medimos la productividad pero, eso no significa que no hablemos de dinero.

Cuando decidiste ser independiente, sabías que la inestabilidad de los ingresos iba a ser parte del cambio, el problema es que por alguna razón terminas creyendo que esa inestabilidad es eterna.

En el 2017 hice una encuesta a emprendedoras y emprendedores, y las sumas de lo que dejaban de ganar por su baja productividad iban desde $350.000 a $10.000.000 mensuales.

¡Un rango muy amplio!

Hay tres grandes errores que nos hacen perder mucho dinero y te los cuento para que revises en qué nivel estás en relación a ellos:

1. Perfeccionismo:

Esto es una gran oportunidad para perder tiempo y foco y puede que sea una forma de encubrir tu inseguridad.

Si eres una perfeccionista, tienes que hacerte cargo de que esto no es un plus para tu trabajo. La perfección es infinita, si no te pones límite para terminar las cosas que inicias puedes estar mejorándolas hasta la eternidad.

Revisa tu autocrítica y permítete ser imperfecta, no pasa nada y puedes ganar mucho en productividad al avanzar hacia una nueva tarea.

2. Sobreplanificación:

Esto te impide pasar a la acción. Tener todo super claro en papel o en tu cabeza no te da resultados.

Soy una fans de hacer pausas para revisar nuestras acciones y planificar, para así tomar acciones realmente efectivas. Sin embargo no puedes abusar de esta herramienta, pues los planes se van adecuando conforme avanzamos en la realidad, ponderando los aciertos y errores.

Ponte en acción y luego detente a reordenar tu planificación. Deja que las ideas se pongan en marcha y deja el sobre control que esconde tu miedo a equivocarte o a fallar.

Si no hiciste lo correcto se corrige, pero no sabrás si es así hasta que lo pongas en marcha.

3. Procrastinación:

Cuando dejas de hacer lo que sabes que tienes que hacer, estás procrastinando.

Ser independiente esta desventaja, el hecho de no tener a nadie que te diga «¿tienes listo lo comprometido?».

Es super fácil que caigas en la procrastinación cuando no tienes a quien rendirle cuentas, y más aún si esta libertad se une a tu inseguridad y miedos por los resultados. Te puedes transformar en una procrastinadora crónica.

Lo peor de todo, es que hay una alta probabilidad de que culpes a los demás porque te quitan tiempo, porque te interrumpen, por que te demandan atención. Y la verdad, es que si tu familia o esas personas que crees que influyen no estuvieran, procrastinarías de igual forma y encontrarías otra excusa muy creíble.

Ahora te pregunto:

Si pudieras cuantificar el dinero que dejas de ganar por tu falta de foco y de acción, ¿cuánto sería?

En el 2017 hice una encuesta a emprendedoras y emprendedores. y las sumas de lo que dejaban de ganar por su baja productividad iban desde $350.000 a $10.000.000 mensuales.

¡Un rango muy amplio!

¿Y sabes qué? tal vez no duele tanto porque no es dinero que «perdemos», sino que es dinero que dejamos de ganar, entonces es más sencillo negar el problema.

Parece ser más terrible que el dinero se vaya de tus manos a que no llegue.

Bueno, sólo me resta dejarte con esta pregunta:

¿Cuánto dinero estás perdiendo por tu falta de productividad?

Si quieres contestarme en los comentarios, estaré feliz de leerte.

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