¿En qué momentos te aparece este diálogo interno y termina siendo el causante de muchas de tus frustraciones como emprendedor?

Quien sabe, si ordenar tu base de datos te ahorraría una enorme cantidad de tiempo y energía pero decides dejarlo para más tarde porque…

Tal vez estás siendo súper productivo hoy en tu negocio, pero si miras con sinceridad tus decisiones, encontrarás algo que tal vez te gustaría estar haciendo y no lo haces porque encuentras que no es el momento.

Tal vez, te sientes muy cansado por tu larga jornada de trabajo y podrías dejar para después la llamada a esa persona especial de la que hace tiempo no sabes nada.

Tal vez, te sientes culpable por dejar de lado a tu familia y decides dejar para más tarde avanzar en esa idea que te quema por salir, porque la familia está primero.

O quizás, estás atendiendo cosas urgentes de tu emprendimiento y piensas en dejar para más tarde el contactar con las personas que te ayudarán a llevar a la práctica esa idea innovadora que agregará tremendo valor a tu negocio, o a tomar ciertas decisiones que le definirían un nuevo rumbo.

Quien sabe, si ordenar tu base de datos te ahorraría una enorme cantidad de tiempo y energía pero decides dejarlo para más tarde porque dormir unas horas extras es necesario para tener más pilas y así atender con más foco las llamadas del día.

Tal vez podrías darte el tiempo para almorzar en tranquilidad y sanamente, pero debes dejarlo para más tarde porque si no respondes los mails pendientes perderás clientes y dinero, así es que mejor decides encargar comida rápida y ahorrar tiempo.

¿Sabes lo que sucede cuando dejas para “más tarde” o para “después”?

Justamente lo que estás expresando en el lenguaje, lo haces cuando ya es tarde, o simplemente no lo haces porque ya no es tiempo, era antes y no después. Ya no es hora de almorzar, ya debes responder urgentemente las llamadas de clientes nuevamente, ya se termina el día y debes dormir (si es que lo haces) ya las personas que podrían haberse interesado en colaborar contigo están en otros asuntos.

No se trata de ser pesimista, siempre hay una nueva oportunidad, siempre podrás volver a empezar, siempre es un buen momento para cambiar, pero no te retrases por negligencia, y estás siendo negligente si tienes claridad sobre lo que deberías estar haciendo y no lo haces.

Si ya sabes lo que tienes que hacer, hazlo hoy y si no es hoy agéndalo con compromiso hacia ti mismo, ponle fecha y hora, así no será para más tarde ni para después, será a tiempo, para cuando lo hayas definido desde tu responsabilidad, sabiendo que habrá otras cosas tal vez menos importantes que deben esperar, y con la certeza de que si cumples tus objetivos las personas que han esperado por ti, te recibirán con los brazos abiertos.

¡Con todo mi amor y por un emprendimiento que te dé tiempo para todo!

Gema Alvarez

Deja un mensaje

Tu correo no será publicado. Campos obligatorios están marcados con un *

Open sidebar