Delegar puede ser una conducta deseable pero no siempre fácil de llevar a cabo, sobre todo porque es un proceso que lleva tiempo y dedicación para ser implementado, lo que puede generar ciertas resistencias. Si además, tienes creencias del tipo «nadie podrá hacerlo mejor que yo», «al ojo del amo engorda el caballo» o simplemente tuviste modelos significativos que se dedicaban 100% a su emprendimiento sin tiempo para sí mismos, entonces puede que tomar esta decisión te sea un poco más difícil.

También es muy importante transmitir el objetivo mayor por el cual estás dándole tal función, la persona debe sentirse parte importante de un todo.

Sin embargo, no es posibe crecer en tu negocio si no delegas, eso es algo que saben los dueños de grandes empresas, quienes se dedican a las estrategias claves y no a las funciones operativas.

A continuación te muestro una serie de pasos que considero importantes a considerar si te decides a dar este paso.

1. Encuentra una razón poderosa para delegar.
Asegúrate de encontrar razones lo suficientemente convincentes para ti. Si es posible mide en dinero y tiempo de calidad lo que ganarás cuando ya se haya producido la delegación. Una buena motivación en relación a tu negocio es establecer las tareas a las que podrás dedicarle más tiempo para crear, agregarle valor, diferenciarte y así generar más ingresos. Otra buena motivación es el tiempo que puedes disfrutar haciendo aquello que más te gusta, a solas o con tus seres queridos.

2. Define las tareas o funciones que quieres delegar.
Una vez que tengas tu “para qué”, elabora un listado de aquellas tareas que hoy realizas y que debe ser delegable. Asegúrate de tener claridad de los resultados que esperas. Si tienes protocolos establecidos revisa que sean realmente entendibles, y también considera que las personas pueden llegar a un mismo resultado de una manera distinta.

3. Define las personas a quienes delegarás dichas tareas.
Analiza las características de las personas, si son ya parte de tu equipo será una tarea más rápida. Si vas a realizar nuevas contrataciones, junto con revisar su currículum, deberás exponerles claramente tus expectativas en los resultados y revisar juntos que tan posible es para ellos.

4. Prepara a las personas para las nuevas funciones.
Esto implica que si las personas no tienen experiencia previa, debes entregarles la capacitación necesaria. Acá también es muy importante transmitir el objetivo mayor por el cual estás dándole tal función, la persona debe sentirse parte importante de un todo.

5. Entrega los recursos necesarios.
Junto con definir los recursos que tú sabes por experiencia necesitas, ábrete a la posibilidad de que surjan nuevas necesidades de acuerdo a la experiencia de la persona a quien delegas.

6. Define plazos para el cumplimiento de la tarea.
Esto debe quedar muy claro al inicio del proceso estableciendo un plan de seguimiento, con fechas claves e hitos.

7. Enfócate en los resultados.
Resiste la tentación de querer intervenir en el “cómo” lo están haciendo, no todas las personas hacemos las cosas de una misma manera y considera que “la perfección es enemiga de lo bueno”

8. Prepárate para apoyar y no para solucionar.
Esto requiere de habilidades comunicacionales en ti como líder y resistir nuevamente la tentación de sentirte imprescindible. A cada necesidad de solución, esfuérzate por responder con un ¿Qué piensas tú?, ¿Qué crees que es lo mejor para cumplir el objetivo de manera efectiva? ¿Qué harías tú en mi lugar?

9. Asume los fracasos no los éxitos.
Delegar es un proceso de aprendizaje para ti, si las cosas no salen como esperas, revisa que debes mejorar en la siguiente fase, cómo puedes liderar mejor. Si las cosas salen bien, reconoce el 100% del éxito en quien estuvo a cargo de la tarea y disfruta del tiempo que podrás usar para hacer crecer tu negocio o tu vida personal.

Si te motivan estos pasos, pero te has dado cuenta de que aprendiste que delegar es peligroso, que siempre escuchaste que no se puede confiar en la gente, simplemente notas lo mucho que te cuesta dar el paso sin saber bien el porqué, o ya lo haz experimentado con pésimos resultados, tal vez estás necesitando profundizar en esas creencias conscientes o inconscientes que te están limitando tanto a tí como a tu negocio.

Recuerda que:

“Si caminas solo, irás más rápido.
Si caminas acompañado, llegarás más lejos”.
Proverbio chino

Escríbeme, estaré feliz de conocer tu historia.

Gema Alvarez

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