Cristiane Northrup* habla de que las mujeres nacemos con culpa por nuestro cuerpo, por el solo hecho de haber nacido mujeres. Ésto, sostenido en el inconciente colectivo nos hace responsables de mirarnos y a volvernos día a dia un poco más concientes de nuestras emociones, actos y discursos sobre nosotras mismas, tras ellos están las creencias nocivas que muchas veces nos tienen entrampadas sin poder avanzar.
Tómate unos minutos al final del día para identificar qué pensamientos respecto de tí misma tuviste hoy, como te hablaste, que te dijiste cuando te miraste al espejo
Una vez que miramos nuestro mundo interno es cuando nos atrevemos a retarnos a nosotras mismas y a romper con muchas de esas creencias obstaculizadoras para el desarrollo de una vida plena.
Procesos de coaching, facilitación, terapias, autoayuda son alternativas que nos llevan hacia un mismo fin: actuar en el mundo físico desde la convicción que me plantea mi ser interno a pesar de los miedos y fantasmas que me rondan para impedirlo. Los resultados de esta acción generaran aprendizajes y una posibilidad de re-mirar las propias potencialidades, haciendo realidad algo que antes nos parecía inalcanzable o inmerecido. Cuando reconozco que puedo, creo un nuevo relato sobre mí mismas, y en este nuevo relato me estoy sanando.
Tómate unos minutos al final del día para identificar qué pensamientos respecto de tí misma tuviste hoy, como te hablaste, que te dijiste cuando te miraste al espejo. Comienza escuchandote y decide tratarte con más amorosidad cada día, el estar concientes de nuestros diálogos internos es un primer paso para crear ese nuevo relato sanador.
¿Cuales son las frases amorosas que te dices cada día? Comparte tu experiencia con otras mujeres dejando tus comentarios.
* En su libro Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer.
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Para mi fue esencial comenzar a cuestionar lo que algunos seres cercanos me decían acerca de mi misma. Me di cuenta de que la manera cómo ellos me definían para mi no era válida en absoluto. Por ejemplo, siempre me dijeron que yo era desordenada, y yo lo creía. Ahora me doy cuenta de que sí, lo era un poco, pero cambié muchísimo y hoy en día soy quizás la más ordenada y eficiente de mi familia! El discurso de ellos no ha cambiado, pero mi propia definición de mi misma sí. Y eso me ha hecho sentirme como una persona nueva, capaz y eficiente. Vale la pena enfocarse en cualquier tarea que signifique re-significarse. Felicitaciones por el Blog!
Muchas Gracias Ale¡ Efectivamente lo importante es que nuestro propio discurso cambie, no el de los demás. Un abrazo¡